
NFT
Un token no fungible (TNF, también conocido por la sigla NFT, del inglés non-fungible token) o vale no fungible, es un tipo especial de token criptográfico que representa algo único. Los tókenes no fungibles no son, por tanto, mutuamente intercambiables. Esto contrasta con las criptomonedas como el bitcoin, y muchos tókenes de red o de utilidad que son fungibles por naturaleza. Las cuatro principales características de los NFT es que son únicos, indivisibles, transferibles y con la capacidad de probar su escasez.

APLICACIONES
Los tókenes no fungibles se utilizan para crear una escasez digital verificable,6 así como brindar una propiedad digital, y la posibilidad de interoperabilidad de los activos en múltiples plataformas.7 Los TNF se utilizan en varias aplicaciones específicas que requieren artículos digitales únicos, como el criptoarte, los coleccionables digitales y los juegos en línea.
Más tarde, populares juegos de cadena de bloques como CryptoKitties hicieron uso de TNF en la cadena de bloques de Ethereum. Los TNF también se han utilizado para representar activos de videojuegos que son controlados por el usuario en lugar del desarrollador del juego. Esto permite que los activos se negocien en mercados de terceros sin el permiso del desarrollador del juego.
MERCADO DEL ARTE
El arte es un área de uso temprano para los TNF y cadena de bloques en general, debido a su capacidad de proporcionar prueba de autenticidad y propiedad de la obra de arte digital o reproducible, que de otra manera tendría que lidiar con la posibilidad de reproducción masiva y distribución no autorizada a través del internet. Plataformas como Superrare o Nifty Gateway que utilizan el cadena de bloques de Ethereum, se han especializado en la transacciones mercantiles del arte digital, a través de la venta, la reventa y la subasta.
VENTAJAS Y DESVENTAJAS
Los TNF en la cadena de bloques de Ethereum han sido criticados debido al excesivo gasto energético que provoca su creación. Se ha calculado que una galería de arte de NFT consume a lo largo de medio año unos 260 MWh y produce más de 160 toneladas en emisiones de dióxido de carbono. A esto se une el hecho, que la mayoría de la energía utilizada por los centros de criptominería no proviene de fuentes de energía renovable. La mayoría de los centros computacionales se ubican en regiones geográficas donde la electricidad es barata y en lugares donde las condiciones climáticas colaboran con la refrigeración de los computadores.
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